PRISCILA

Desde muy pequeño tuve el ideal de mi tipo de mujer, por razones sospechosas tenia que ser bajita, delgada, finita, piel clara, cabello negro, manos frágiles, bonita, interesante y como un plus como bien pedia Jorge Ibarguengoitia yo tambien le rogaba a Dios que me mandara una decente pero cachonda.

Cuando inicio el nuevo semestre yo estaba abatido, tambien por razones sospechosas siempre he tenido la tendencia a apresurar mis busquedas y aquel primer dia yo estaba decidido a encontrar novia, recuerdo muy bien que esa tarde entraron nuevos alumnos a clases y acompañado de mis clasicos amigos tuvimos nuestra revision de salones en busca de la mujer ideal.

Todo se fue al carajo, termine a la hora del descanso de manera funebre en compañia de Mariela y su novio, fumandome un cigarro para los nervios y soportando las multiples burlas de mi amiga, era feminista y mi desgracia le provocaba placeres orgasmicos.

Y entonces empezo con la cantaleta idiota de:

-Ja ja ja ja, ayyy Leoncito es que buscar novia no es cualquier cosa, todo eso llega a su tiempo y sin que te des cuenta, solo tienes que ser paciente... bla bla bla bla bla bla bla...-

Casi llore de impotencia y cuando mi cigarrito estaba a la mitad la vi...

Era "Ella", un ejemplo claro de mi chica ideal, caminaba sola y apresurada por la plaza roja, su cabello era largo negro con un plus de franjas rojas a los costados, piel clara, bonita, con blusa negra y pantalones de mezclilla azul con bordados de soles en los tobillos, no se como se le puede llamar al impulso que obliga al hombre a actuar como lo hice pero de un momento a otro y sin pensarlo corri detras de ella, Mariela se quedo hablando sola y su novio como era normal se le quedo mirando, esto lo adivino porque no tengo la certeza de ello, estaba muy ocupado corriendo.

¿Alguna vez han visto a alguien y ese alguien les parece tan... ¿como decirlo? como si tuviera un iman para nuestros ojos, incluso parece tener destellos en su persona y se ve tan lejos, tan inalcanzable que duele?

Bueno... asi era ella... y entonces... Leon se enamoro.

Cuando le di alcance me plante en seco frente a ella, se detuvo violentamente y me miro a los ojos, entonces dije una maravilla propia de la gente de palabra fácil:

-¡Hola! ¿como te llamas?-

Después de titubear un segundo me dijo:

-Priscila ¿y tu?-

-Leon-

Después la convenci de que me dejara acompañarla a su salon y en el camino intercambiamos datos inutiles sobre nosotros, subimos tres pisos de escaleras y se despidio de mi sin mirarme en la entrada del aula, baje del edificio triunfante y decidido a celebrarlo con un poco de tonteria.

Mi dia paso normal, acudi a la mayoria de las clases y me salte una porque Rockdrigo que era un borracho sin remedio me invito a tomar un six de NewMix en la soledad de una fuente seca, ocupamos asiento espalda con espalda para cuidarnos de las patrullas, aquello me sirvio tambien para derramar una a una las tres latas que me tocaban y es que esos venenos no me convencian, volvi sobrio a la escuela.

Por la noche esperabamos en completa soledad a Wender en el pasillo del edificio de nuevos semestres y mientras manteniamos una conversacion grotesca se me aparecio Priscila, estaba sola, cargando su mochila azul, me miro y se hizo la que no me reconocio, segun Rockdrigo yo traia una sonrisa pendeja de los mas disfrutable, ignore a mi amigo y de nueva cuenta me deje llevar por aquello que no se que era y me plante a un lado de ella.

-¿Ya te vas?-

-Si... estoy buscando la salida-

-Ahhhhhh, mira, es que es por alla-

-Ahhhh, ok, gracias-

-Pero si quieres te acompaño, ¿vas para Taxqueña?-

-Si, voy para alla a tomar el metro-

-Entonces... ¿nos vamos juntos?-

-Mmmmm... bueno, si, esta bien, asi no me voy sola-

Y abandone a mi amigo quien segun me conto despues de que se le paso el enojo andaba yo practicamente saltando de emocion alrededor de Priscila.

La caminata duro 15 minutos donde me entere que era la menor de tres hijos cuyos Padres rondaban ya los 50's, tenia un gusto por el patinaje y el Reggea, era muy estudiosa y queria cursar la carrera de Contabilidad, habia tenido tres novios y actualmente estaba sola, le solte mis mejores chistes acompañados de mis aventuras mas interesantes provocando que me regalara algunas bonitas sonrisas, tenia ojos magicos... redondos y expresivos pero lo que mas me gustaba era su actitud, habia algo ahi, un misterio, algo rico, profundo.

Se despidio de mi en los torniquetes de entrada a los andenes del metro, de nueva cuenta sin mirarme y simplemente diciendo:

-BYE-

Volvi a mi casa envuelto en una nube de bienestar tan grande que aquella noche me negue a domir por el miedo que tenia de que esa sensacion desapareciera.


CONTINUARA...