POR PRIMERA VEZ

En el post anterior relate la semana que pase conociendo a Priscila y al final les contaba que ella me esperaba en la plaza roja, llamándome mientras yo pensaba si debía o no hacer las preguntas sobre sexo anal de mi amigo Rockdrigo.

Me acerque a ella corriendo muy sonriente, en primer lugar note lo bonita que estaba con un overol femenino de mezclilla muy bonito que no he vuelto a ver puesto en ninguna otra mujer, dejaba al descubierto su cintura pequeña y blanca, traía el cabello suelto y los ojos chispeantes, en segundo lugar note que el chavito con peinado de microfono que estaba a su lado me miraba con cierto gusto despreciativo pero no me importo porque yo estaba en la gloria.

-Que onda ¿como estas?-

-¡Hola!, oye, ya me voy, no tengo la ultima clase, quise avisarte por si querías irte conmigo-

Esas palabras me sonaron a triunfo descomunal porque... ¿porque habría de avisarme?, claro, estoy de acuerdo en que fue una casualidad que me viera en la plaza roja pero... ¿porque tomarse esa molestia? ¿acaso yo le interesaba?, ¿valía la pena saltarse la ultima clase para averiguarlo?.

Por supuesto que si.

-Que onda amigo- Salude al chavito cabeza microfonal de muy buena manera, dandole la mano y toda la cosa.

¡NO MAMEN!... ¿SE DIERON CUENTA?

Ahora yo era el chinguetas carilindo toda educación y buen gusto que hacia a un lado al perdedor de la nueva generación, seguramente el chavito debe tener un blog donde narra esta aventura donde un tipo lo hizo a un lado para llevarse a la mujer de sus sueños.

El caso es que el chavito me saludo muy timido y luego como no queriendo y dándose cuenta que Priscila y yo charlábamos amenamente se fue escurriendo en las sombras hasta que desapareció sin despedirse.

Ni siquiera me despedí de Rockdrigo ni de Elizabeth y sus amigas, partí rumbo al salón por mi mochila pero había clase de Historia, le pedí a Priscila que me esperara mientras le pedia permiso al maestro para entrar por mis cosas.

-Oiga maestro, disculpe pero... ¿me permitiría pasar por mi mochila?-

- De ninguna manera, estoy dando clase, ¿como se atreve a interrumpir?-

Es que el maestro era de esos chapados a la antigua que exigen incluso que cuando entren se les salude con el clásico ¡Buenas tardes Profesor Aquimirri!, todos de pie y entonados.

¿valía la pena ignorar al maestro y ganarse su desprecio todo el semestre?

Por supuesto que si.

Entre muy vale gorro al salón mientras el Maestro y mis compañeros me miraban con la boca abierta, tome mis cosas rápidamente y sali de ahi.

Ahhhh... por si se lo preguntan... reprobe la materia y me fui a Titulo porque jamas tuve el valor de volver je je je je je.

Pero eso no importa, lo importante es que Priscila estaba a mi lado, caminando por las calles en aquella noche del 20 de Agosto, por cierto, calles húmedas porque comenzaba a lloviznar ¡Ayyyyyy dolor! ¿a poco no estaba a toda madre la situacion?.

-¿Y que hiciste hoy?- Me pregunto ella.

Como relámpago algo se encendió dentro de mi, era como... ¿recuerdan mi alter-ego cuando me emborracho? Si, "El Pendejo" que solo empeoraba la situación y me hacia digno de recuerdo por las cagadas juveniles mas impresionantes, bueno, ahora pasaba todo lo contrario, fue como si algo dentro de mi me supliera y de un momento a otro, de ser el nuevo amigo de Priscila me convertí en todo un seductor (no se si barato o caro pero seductor al fin).

-Pues... la mayor parte del tiempo me la pase pensando en ti, así que la gran verdad es que todo lo demás no me fue muy interesante-

Se puso roja como un tomate mientras por primera vez bajaba la mirada seguida de una sonrisa que solo logro que me pusiera mas seductor.

Y entonces el camino al metro se volvió tan rápido que tuvimos aligerar el paso, fue ahí, en la entrada, cerca de los torniquetes cuando le pregunte:

-Oye... Priscila, ¿que me dirías si te confieso que me gustas mucho?-

Se puso aun mas roja y sonriendo me dijo que no sabia que decirme pero justo cuando la miraba ella muy tímidamente la evitaba, ahí supe que tenia todo para ganar aquella noche y que debía aprovechar el momento.

Le pedí que se quedara a platicar conmigo un momento, que no pasara de los torniquetes como lo hacia cada noche, que se quedara y me respondiera porque era muy importante para mi, no se porque se quedo, quizá porque mi insistencia no era agresiva ni suplicante, tal vez porque simplemente era el destino.

Me dio su opinión...

-Sabes... le he hablado a mi Mama sobre ti, que eres un nuevo amigo, mayor que yo y... le platique que probablemente estabas interesado en mi, por como nos habíamos conocido y lo que platicábamos... pues... no se... que decirte...-

Sonreí... y aquella noche le dije tantas cosas, todo lo que salia de mi corazón por espacio de una hora completita, la hice reír, le hice saber el bienestar que sentía siempre que estaba a su lado, la admiración que tenia por ella y mis ganas incontrolables por probar sus labios.

Entre cada argumento que le daba ella bajaba la guardia poco a poco, mirándome cada vez mas a los ojos y dejando que me acercara cada vez mas.

Si me lo hubiera pedido hasta un doble salto mortal hubiera hecho con tal que de fuera mi novia, superando al genial Zambombo de la novela casi cosmopolita "Amor se escribe sin H", y al final de nuestra platica me dijo:

-Leon... quiero decirte algo... la verdad es que tenia pensado batearte desde el primer dia-

-¿Pero?-

-Pues... una vez estaba en mi salón mirando por la ventana y te vi pasar, estabas con tu amigo y sentí algo, algo en mi corazón, no quería que te fueras, quería que subieras a verme pero incluso ese día no te vi por la noche, me emocione por lo que sentí y ahora... me pones muy nerviosa-

-¿Y entonces?- En estos momentos yo ya estaba a pocos centímetros de su boca y rozando su mano con mis dedos.

-Pues... ¿que quieres que te diga? me gustas mucho León...-

Y entonces... como dictan las abuelitas le dije:

-¿Quieres ser mi novia?-

-¿Pues que entiendes con: Me gustas mucho?-

Me reí, la tome en mis brazos (tuve que hacer uso de todo mi poder mental y físico para reprimir mi poderosisima ereccion.... ohhhhh lamento arruinar el momento romántico pero fue lo que paso y ademas el sexo es bien bonito pero como quiera me aguante chingos) sintiendo por vez primera su piel que para mi era la mas delicada y suave, luego tome su rostro con ambas manos, la mire a los ojos y le di el mejor beso que pude haber dado con toda la experiencia ganada.

Duro aproximadamente diez minutos porque fui paciente, inicie tocando brevemente sus labios, probando cada uno por separado, deleitándome con el sabor de su saliva, masajeando la parte trasera de sus oídos con mis dedos, entreabriendo la boca para rozar con mi lengua, disfrutando cada segundo como si fuera el ultimo, era la primera vez que no tenia ganas de abrir los ojos pero como quiera los abrí, porque quería verla, con sus ojitos cerrados, serenamente, quería ver que ella disfrutaba tanto como yo aquel primer beso que aunque no era el primero de mi vida si fue el que mas disfrute a esa edad.

Entonces si esto fuera una película o algún episodio clave de alguna serie romántica la cámara se levantaría por encima de nosotros, alejándose poco a poco mientras entraba una melodía de amor para ambientar el momento, se haría una toma panoramica donde nos perderíamos entre el mar de gente que nos ignoraba para seguir besándonos hasta que la pantalla se apagara.

Pero no fue así, cuando nos separamos estuvimos abrazados un buen rato, miramos el reloj y ya pasaban de las 10:30, ella tenia que irse, nos dimos un ultimo beso, esta vez cuando se despidió de mi volteo a verme y con una gran sonrisa me hizo un gesto de ¡Hasta luego! con la mano, bajo las escaleras del anden y la perdí de vista, yo sonreía como idiota y camine como idiota rumbo a la salida.

Cuando llegue al paradero lo recuerdo muy bien me encontré a mi amigo Wender y le dije:

-Oye wey... ¿que crees? ya tengo novia, es Prisicila, por fin se me hizo con la mujer de mis sueños cabron-

Wender me miro sonriendo y me dijo una joya de la camaraderia y buen gusto:

-Pues que sea de la banda ¿no cabron?-

-Estas pendejo-

-Ohhhhhh... a que se la coman los gusanos mejor que se la coma la banda-

Me reí, me despedí de mi amigo y subí al microbus con el corazón enriquecido de amor... porque por vez primera tenia como novia a una chica tan bonita, tan buena, tan.... tan.... todo, a la vez me sentía morir porque faltaba el sábado y domingo para verla nuevamente.

El microbus arranco y también por primera vez no me enojo que el chófer pusiera sus discos de charanga, huaracha y demás mierda, yo sonreía por encima de todas las cosas.

CONTINUARA...