EL DUENDE LO SABE TODO

Mis andadas con Sandy se hicieron numerosas pero ocultas, sin embargo eramos adolescentes y careciamos totalmente de la malicia necesaria para esconder una relacion "prohibida", en una ocasion nos sentamos en las escaleras un piso arriba de donde estaba nuestro salon y comenzamos a besarnos, ahi nos cacho un discreto amigo de Sandy que prometio no decir nada.

En otra ocasion Sandy me dijo con su lindura habitual:

-Leon... ¿me acompañas al salon por mi mochila?-

Aquella pregunta era una clave que significaba:

-Leon, no hay nadie en el salon y posiblemente nadie en todo el piso, ¿vamos a intentar lo peor?-

Y subiamos como no queriendo, una vez cerca del salon nos besabamos con ansia y en una de esas idas por la mochila nos cacho el prefecto, nos regaño como si nunca hubiera visto a unos jovenes besandose, nos pidio las credenciales pero corrimos como cabras.

Otro momento cumbre fue cuando estabamos besandonos muy a gusto frente a la biblioteca que por cierto tenia un cristal inmenso en lugar de pared, docenas de extraños fueron testigos de nuestros arrebatados actos de pasion, uno de ellos era amigo de Sandy que nos miro primero con espanto y luego con una gran sonrisa.

Segun Sandy cuando sus amigos la confrontaron por la infidelidad hacia "el Duende" todos le decian que estaba bien, que no se espantara y que prometian no comentar nada al respecto, desgraciadamente eso no sucedio con mis propios "Amigos", por aquellos años habia un tipo en el salon que creia que hacer comentarios fuera de lugar era de lo mas divertido y plausible, hasta la fecha no se como se entero, quiza por boca de terceros pero eso no importa porque ya lo veia venir.

Una noche Sandy me pidio un momento para platicar, se le veia muy triste pero no me hizo el cuento largo:

-Ya no podemos seguir asi, lo siento, es que... "El Duende" no se merece esto y no quiero dejar de ser su novia...-

Yo estaba acostumbrado al rechazo como bien saben ustedes gracias a este post, a este y este otro.

Y si tenia un sentimiento bonito por Sandy, la pasaba muy bien con ella, teniamos mucho en comun, nunca tuvimos problemas de ningun tipo, incluso cuando Sandy se ponía celosa no me decía nada, por ejemplo: muchas veces me miraba desde lejos cuando conversaba con alguna otra chica y cuando nuestras miradas se cruzaban me sonreía y hacia un movimiento con la mano, levantando el dedo indice y haciéndolo girar, por otro lado los momentos pasionales eran sublimes pero por alguna razon extraña no me dolia el que se despidiera, no se si porque de antemano sabia que no pasaria nada mas alla o porque de un momento a otro me estaba volviendo frio, de cualquier forma la despedida fue monumental, Sandy con lagrimas en los ojos me tomo del rostro y me beso, introduciendo su lengua en mi boca en repetidas ocasiones de una manera rapida y deliciosa, hasta en los momentos tristes ella tenia el don de al besarme dejarme al borde de la inconciencia.

Al otro día estaba yo muy quitado de la pena fuera del salón en compañía de mis amigos cuando Rockdrigo llego con la mala nueva de que "El Duende lo sabia todo", senti como si me arrojaran un balde de agua helada, mi amigo me conto lo sucedido que escucho por boca de terceros:

-No wey, lo que paso es que Julio se encontro con "El Duende", lo saludo, se pusieron a platicar un rato y entre risas le dijo: ¡No mames pinche Duende tu trabajas a Sandy los Martes y jueves y Leon los Lunes, Miercoles y Viernes! ja ja ja ja ja ja ja ja ¡Que cagado!-

Entonces se rompio el corazon del Duende.

No pasaron mas de dos segundos cuando mire a mi izquierda y note que "El Duende" venia a lo lejos, con paso rapido y decidido, los puños apretados, la gorrita bien puesta, los Vans sucios, la camisa a cuadros por fuera y los ojos inyectados en sangre.

-Ya mamo- Me dije a mi mismo mientras tiraba mi cigarro y me preparaba para lo peor, digo "Lo peor" porque a pesar de que estuve en una escuela de karate durante seis años y aunque era cinta negra nunca me habia peleado en la vida real, de hecho no era algo que me causara inquietud, nunca fui un bravucon, un heroe ni mucho menos un guerrero, me consolaba saber que simplemente era un "Amante", sin embargo sabia muy bien lo que era recibir una lluvia de golpes asi que respire hondo porque soy alérgico al dolor y segui firme con la mirada el rostro de mi rival.

Por mi mente desfilo la siguiente imagen:

-Yo tirado en el suelo totalmente inconsciente con una gran mancha de sangre extendiéndose a mi alrededor mientras mis compañeros se burlan de mi porque "Un Duende" me partió la madre.

No se que significado tuvo aquel pensamiento pero sospecho que era algo mas o menos como un pavor al ridículo mas que a la muerte.

Afortunadamente Sandy (que no se de donde salio) lo intercepto dos metros antes de llegar a mi, se le puso enfrente y le dijo no se que cosa porque para mi es un gran misterio, quizá le dijo que todo era mentira o tal vez le prometió un tarro de miel, no lo se pero "El Duende" sonrio, dejo de mirarme feo y se alejo de la mano de Sandy... aquel momento merecia un cigarro y no lo hice esperar naturalmente.

Sandy y yo no volvimos a tener contacto fisico, si nos hablabamos pero todo se fue enfriando, ella fue alejándose poco a poco, yo me dedique a haraganear con mis amigos y de un momento a otro ya eramos unos extraños que solo se saludaban a lo lejos, duramos como amantes tres semanas.

Pero recuerdo bien nuestra ultima conversacion, ocurrio 9 años despues, es decir hace 4 años cuando encontre en mi agenda su numero telefonico, le llame por curiosidad y me contesto, ya no era novia de "El Duende" sino de otro que segun me contaron las malas lenguas le decian "El Tarzan-boy", pasamos un grato momento recordando aquellos años de adolescencia...

-Nos besabamos bien rico- me dijo ella en un momento en que me hizo recordar profundamente aquella linda niña pecosa con peinado de coletas.

-Deberíamos vernos un día de estos- Le dije entusiasmado.

-Si si, llámame o si quieres yo te marco-

Esto ultimo señoras y señores como suele ocurrir nunca sucedió.